sábado, noviembre 01, 2008

Costumbres bárbaras

De joven leí, escandalizada, la costumbre por la cual los inuit ancianos abandonaban al grupo cuando se sentían una carga para él, prefiriendo entregarse al abrazo pacíficamente mortal del hielo que a una lenta, dolorosa decadencia. Hoy, conectada a todos estos aparatos que alargan mi agonía, condenada a una parodia de vida, una ansiedad ártica comienza a circular por mis venas.

3 comentarios:

Luna dijo...

Me ha gustado mucho como escribes.... leí sólo algunos de tus posteos... pero me detengo en este. Y no quiero seguir, prefiero quedarme con este sentimiento extraño y potente (hasta una nueva visita).
Morir dignamente, para no vivir indigno...

Saludos

Olga A. de Linares dijo...

Gracias por tu visita. Y sí, creo que eso es lo que intenté decir: la vida solo es tal mientras se la pueda disfrutar y cuerpo y mente respondan, lo demás... es solo duración e indignidad.

Anónimo dijo...

Tremendo Olga
me gusta dar por aquí las vueltas blanca