martes, noviembre 25, 2008

Profesión ingrata

Yo era respetado. Hoy, soy una reliquia sin empleo, un homeless más. Si actúo, me confunden con Batman, Superman, ¡esos payasos mediáticos! Y ni siquiera puedo enfurecerme y sacar la espada flamígera: ¡todos ustedes están hartos de efectos especiales! En cualquier momento renuncio a mi antigua profesión y me doy una vuelta por el subsuelo. Allá les va mucho mejor, ¡y se divierten de lo lindo! Si no temiera extrañar mis hermosas alas blancas, ya lo hubiera hecho. Porque en estos tiempos, ¡créanme!, para ser Ángel de la Guarda... ¡hay que hacer milagros! Ilustración: a partir de una imagen original de Deb Hoeffner.

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