miércoles, diciembre 31, 2008

Sueño de caracol

Aprendió carpintería para armar una casa de muñecas a su gusto. Satisfecha con el resultado, la pintó con sus colores favoritos. Poco a poco la amobló, no con adocenadas creaciones para Barbies, sino con preciosas miniaturas artesanales en madera, delicadísimas vajillas, macetas no más grandes que un dedal y sus mínimas plantas en flor. Sutiles encajes cubrieron las ventanas, alfombras minúsculas se acomodaron sobre los pisos, y en el ático depositó un baúl repleto de secretos familiares. En la biblioteca acomodó (con sus grandes dedos torpes) todos aquellos títulos que amaba. Luego se aseguró de que la instalación eléctrica funcionara bien, y de que hubiera suficiente leña en el hogar, además de una buena reserva para el futuro. Por fin, se hizo más y más pequeña, hasta poder atravesar la puerta amorosamente cincelada, cumpliendo el sueño (siempre postergado) de la casa propia,.

Otro viento

Un día, de horizonte a horizonte, por toda la tierra, sopla un viento de tiempo enfurecido, de voces hartas de silencio, de sangres irredentas. Y a su paso borra, de todos los lugares de injusto homenaje, los nombres malditos. Los espectros que empuñaron la espada impiadosa, la cruz traicionada, los del corazón de hiena, ven caer las placas conmemorativas, sus monumentos retorcerse en la boca de su propio infierno, los bustos impíos hacerse polvo. Desnombradas, exorcizadas, nomenclaturas y topografías vuelven a sus orígenes musicales, hacen justicia en todas las lenguas cercenadas. Los vencedores de la Historia son incapaces de reconocerlas; y el éxodo perpetuo, que antes solo fue de los otros, los alcanza y los arrastra, fantasmales, por las mismas rutas de olvido.

Peligros de leer el diario

Pasó tembloroso entre titulares que lo zarandearon a fuerza de terremotos, inundaciones y otras catástrofes. Soltó con rapidez la Política Internacional, que siseaba amenazante, pero casi se ahoga en la cenagosa situación local. En el sector Economía, unos números ávidos intentaron quitarle el anillo de bodas a mordiscos, pero logró escapar más o menos indemne. Cultura lo recibió con los brazos abiertos, feliz de recibir visitas inesperadas. Fue lamentable que ese día estuviera acompañada por unas reseñas venenosas y dos poemas que, enfrentados, se calificaban a dúo de “intelectualoide snob” y de “cursi”. Como los dos le parecían patéticos, y antes de ser forzado a actuar como Salomón, optó por una prudente retirada. Distraído por la pelea literaria, cayó en Policiales. Fue un milagro que evadiera las puñaladas y tiros allí emboscados, pero no pudo evitar que unas horribles manchas sanguinolentas cayeran sobre los pantalones recién traídos de la tintorería. Un par de partiquinas siliconadas se le colgaron del cuello al atravesar las páginas de Espectáculos, pero pronto perdieron interés, al comprobar lo vacíos que estaban sus bolsillos. Una, con la maligna intención de causarle un problema doméstico, estampó los labios en el cuello de su camisa. Los clasificados, igual que en un mercado persa, lo acosaron ofreciéndole el oro y el moro, sordos a sus protestas y ciegos ante su evidente falta de poder adquisitivo. Ni siquiera pudo relajarse en el sector Deportes, donde un tenista enojado le arrojó su raqueta por la cabeza, todos los referí le sacaron tarjeta roja al mismo tiempo, y un perro policía le ladró hasta forzarlo a derivar hacia la página de los chistes. Ellos, con empeño de payaso, le palmearon el hombro, le hicieron cosquillas, le estiraron las comisuras hasta hacerlo parecer la máscara de la Comedia. Por desgracia, él siempre había odiado a los payasos. Agotado, sacando fuerzas de flaqueza, se levantó para cambiarse el pantalón y tratar de limpiar la mancha púrpura de su camisa; ella, sin duda, le resultaría mucho más difícil de explicar a su mujer que las manchas de sangre. Y pensó seriamente en dejar de comprar el diario. Cada día era más riesgoso atravesar sus páginas. Imagen: "El sueño de la razón..." (F. Goya y Lucientes)

martes, diciembre 23, 2008

Diferentes

Hay locuras tétricas, que se visten de oscuridad y sangre. Otras, trágicas pero bellísimas, arden en noches estrelladas y girasoles Imagen: Noche estrellada (V. Van Gogh)

Breve apocalipsis

Eclipse total. Las sombras nos gobiernan. Alguien prende una vela...

Antídoto

Las estatuas de los santos, hambrientas, acechan desde las hornacinas de la iglesia, la llegada de las beatas. Siguen una dieta estricta de oraciones, contra el olvido que las hace polvo.

Anonimato

El viento, como un cartero diligente, me trae un papel. Con letra despareja alguien pide auxilio. Pero el viento no conoce al remitente, y juntos compartimos una angustia inútil y destemplada. Imagen "La sombra del viento" (tomada de: www.soleil-projects.com/contenidos/tutoriales)

Accidente

Le cayó encima de improviso. Y le resultó imposible sobrevivir al peso de esa verdad, grande como una casa.

miércoles, diciembre 17, 2008

Asado de editor a la Milagrosa

Antes de comenzar con nuestro plato de hoy, algunas advertencias. Los editores son criaturas sumamente difíciles de capturar; al parecer, poseen un sexto sentido con el cual detectan desde lejos la presencia de los cazadores. Veloces como perdices y tan resbalosos como un pez, algunos, al ser acorralados, pueden escupir veneno, o pegar patadas en los puntos más vulnerables del cazador. Si bien sus cuevas son relativamente fáciles de hallar, ubicar al editor propiamente dicho es una tarea ardua; para llegar a él, a veces es necesario eliminar a otras criaturas que comparten su reducto, y cuidarse de telarañas, plantas carnívoras, laberintos sin salida, y otras trampas que el astuto animal utiliza para evadirnos. Si por milagro usted ha conseguido atrapar uno de estos escurridizos especimenes... ¡Ponga manos a la obra y obtenga su bien merecida recompensa...! PREPARACIÓN: Tómese un editor, preferentemente joven, (resultará mucho más tierno que uno veterano ya acostumbrado a escapatorias, con el consiguiente endurecimiento de su musculatura.) Córtele la cabeza, para evitar que durante la cocción tome algún sabor desagradable debido a ojos críticos, oídos sordos, sesos amargos o lenguas venenosas, elementos que se pueden encontrar, ya sea solos o en conjunto, en este tipo de apéndice editorial. No se preocupe por las entrañas o el corazón; por lo general estas criaturas las han dejado en algún sitio inalcanzable, ya que no suelen llevarlos encima cuando van a su cueva. Algunos cazadores dudan, incluso, de que los posean, pero creemos que son puras exageraciones. Hiérvalo en leche no pasteurizada, previamente dejada al sol o en lugar cálido, a fin de acelerar su descomposición, y obtener así lo que se conoce como “mala leche”. Este producto, a pesar de su abundancia, no es sencillo de adquirir, pues nadie reconoce poseerlo; por tal motivo, aconsejamos su fabricación casera. Durante la cocción pinche reiteradamente con críticas y reseñas agudas; sazone con teorías literarias a gusto y esperanzas varias; deje hervir unos 45 minutos, o el tiempo necesario para asegurarse de tiernizarlo bien. Retire del fuego. Deje enfriar y escurra. Tire el líquido de cocción, que no sirve para nada. A través de la abertura del cuello, rellénelo con páginas escogidas de poesía, cuento y/o novela de su autoría Prepare un buen fuego con suplementos culturales de rápida combustión y con madera de Marketing o Bestseller. Un combustible que arde muy bien, y no deja residuo alguno es el carbón de Autoayuda, de fácil adquisición. Coloque al editor sobre la parrilla o ensártelo en el spiedo; cocine a fuego lento hasta dorarlo bien. Sirva con ensalada de contratos jugosos y un puñado de derechos de autor bien salados. . CONSEJOS · Si el editor fuera mayor, se puede reemplazar la leche por agua mineral; sus propios jugos reemplazarán convenientemente el producto lácteo. · Pasadas 24 horas de cocción sin que el editor se ablande, aconsejamos tirar todo a la basura; el producto será intragable e indigerible, mejor confórmese con un sandwich de blog y autoedición.

domingo, diciembre 07, 2008

Fantasmagorías

ESPANTOS Cada vez que aquel hombre entraba al antiguo castillo, todos los fantasmas sufrían un susto de muerte. POBREZA Siguieron siendo tan pobres en la muerte como lo habían sido en vida. No eran fantasmas, solo fantasmenos. CONDENA El Fantasma, transparente de cansancio, se quejaba: los herederos de Canterville lo explotaban, obligándolo a hacer horas extra para divertir a los turistas. FOTOS NO, PLEASE La bellísima actriz convocada en la sesión espiritista se negó terminantemente a ser fotografiada. “Estoy pálida como un fantasma”, adujo. INCONVENIENTES Intentaron convencer al fantasma de la famosa actriz para que se dejara fotografiar. Pero sus exigencias no pudieron ser satisfechas: su maquillador y peinadora predilectos aún estaban vivos. FLOWER POWER I Lo primero que hizo el viejo hippie al convertirse en fantasma, para escándalo de los veteranos, fue pintarle un sinfín de flores a su sábana. FLOWER POWER II Como fantasma, el antiguo hippie era una vergüenza para todos los tradicionalistas: solo hablaba de Paz y Amor, en vez de asustar a la gente como cualquier espanto bien nacido. HOMELESS En el Cielo han decidido reservarse el derecho de admisión, y el Infierno está completo. A los nuevos muertos no les queda más remedio que vagar, fantasmales, por el mundo. PROLETARIO Después de que la vieja mansión fuera demolida, aquel fantasma tuvo que conseguir un empleo; hoy es asistente de una médium y se gana la muerte con toda dignidad. EN LA PLAZA A la madrugada, los pequeños fantasmas se hamacan, juegan en los toboganes, en la calesita. Los guardias saben bien de donde sale la brisa que llega, de pronto, cargada de risas infantiles. CLASE El nuevo rico exigió que en su castillo hubiera fantasmas de abolengo. No quería que cualquier muerto de hambre recorriera sus propiedades. DEPRESIÓN Desde que todos los que padecían sus persecuciones acordaron ignorarlo, el fantasma andaba con el espíritu por el suelo. HAMBRUNA Se descubrió que su alimento era el miedo y, para su desgracia, se crearon terapias excelentes que hicieron desaparecer ese sentimiento. Hoy, los fantasmas mueren poco a poco de inanición. APPARTHEID Enamorados, el fantasma y la sombra sufrieron la feroz discriminación de sus respectivas comunidades. AMORES IMPOSIBLES Enamorado de una sombra, el fantasma comenzó a vérselas negras. DIFERENCIAS IRRECONCILIABLES El romance entre el fantasma y la sombra resultó inviable: ella solo podía vivir en la luz, mientras que la existencia de él dependía de la oscuridad.