lunes, marzo 23, 2009

Solipsismo

Le dijeron que no podría dejar su huella, que ya todo estaba hecho. Meditó largamente esas palabras. Luego, buscó la trama de la realidad. Y comenzó a deshacerla.

Relatividades

Las criaturas, dando alaridos, huyeron, arrastrando sus colas escamosas, sus tentáculos, sus probóscides, mientras alzaban las garras al cielo, y cientos de ojos aterrados y fauces sollozantes pedían a los dioses que apartaran de allí a la yacente monstruosidad La Bella Durmiente, transportada por la bruja a una antología de Lovecraft, no se dio por enterada del efecto que su aparición había tenido, y siguió soñando con el Príncipe Azul. Imagen: H.P.Lovecraft, por Bruce Timm

Diversiones

Nada me divierte más que confundirlos. Suelo colocar aquí y allá huesos recién envejecidos, maquetas de ciudades antiguas, proyectos que no llegué a convertir en nada viable, huellas engañosamente fosilizadas, galaxias recién inventadas... Cada vez que creen alcanzar alguna certeza, dejo caer alguna de estas cosas en su camino para ver cómo, al descubrirlas, sus verdades fundamentales vuelan hechas añicos. Sé que muchos no soportan el misterio, los vuelve locos no tener todas las respuestas. Debo reconocer que son persistentes e industriosos; enseguida se aplican a formular nuevas hipótesis y teorías, para tratar de explicar lo inexplicable. No pueden siquiera imaginar cuánto me hacen reír con sus intentos. Ni admitir que jamás han sido los amos del Universo, esta ilusión que Yo he creado para mi recreo.