lunes, marzo 23, 2009

Diversiones

Nada me divierte más que confundirlos. Suelo colocar aquí y allá huesos recién envejecidos, maquetas de ciudades antiguas, proyectos que no llegué a convertir en nada viable, huellas engañosamente fosilizadas, galaxias recién inventadas... Cada vez que creen alcanzar alguna certeza, dejo caer alguna de estas cosas en su camino para ver cómo, al descubrirlas, sus verdades fundamentales vuelan hechas añicos. Sé que muchos no soportan el misterio, los vuelve locos no tener todas las respuestas. Debo reconocer que son persistentes e industriosos; enseguida se aplican a formular nuevas hipótesis y teorías, para tratar de explicar lo inexplicable. No pueden siquiera imaginar cuánto me hacen reír con sus intentos. Ni admitir que jamás han sido los amos del Universo, esta ilusión que Yo he creado para mi recreo.

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