lunes, marzo 29, 2010

Ediciones defectuosas

Supongo que debido a mi ignorancia cibernética, no puedo publicar las poesías con su formato original... Por lo tanto, he señalado con barras los cortes de cada verso. No es que eso los mejore, claro... Pero es como quiero que se lean, si es que alguien quiere tomarse la molestia. Desde ya, gracias por eso.

Scherzo y fuga

La vida nos toca / (como a violines) / y a veces desafina... No importa, vale / la música de las horas idas,/ el vacío donde el amor / fue una nota alta y breve, / apenas un suspiro del arco / sobre el cuerpo de madera, / un temblor del aire / entre los dedos... / Nada... / Después del aplauso / (o del silencio) / todas las notas acalladas, / la ejecución completa, / fingiremos -otra vez- / indiferencia. / Ayudará / el rostro de quieta porcelana, / la distancia / entre la música (ya inaudible), / y el estuche / (sorprendido por la ausencia / repentina) / después del último temblor / sobre las cuerdas tensas / (ahora mudas) / Imagen: Fotografía de Liliana Muente

Apunte de pecera

Hay un monstruo en la pecera, un ángel deforme, una suave repugnancia gris adherida al vidrio como una lapa a un tiburón de cristal. Veo latir (no sé si es su vientre o su garganta) con una pulsación obscena, la abertura palpitante de la boca… Me pregunto: ¿come o agoniza? Entre los colores de los otros su fantasmal consistencia desentona, es un chirrido oscuro, casi ofensivo. Los aireadores burbujean, un sol de neón los ilumina, el agua los rodea a todos con su indiferente transparencia. Y yo aquí, en mi propia pecera, ¿otro monstruo aprisionado tras los vidrios de lo que llamamos realidad?