miércoles, junio 29, 2011

Engaño


El vendedor aseguró que las plumas de la almohada que acababa de comprar eran de cisne; imaginé entonces que mis sueños podrían volar alto y lejos…
Pero no se puede confiar en los vendedores…
Pasé la noche huyendo de las intenciones amorosas de un gallo y de las sospechosas invitaciones de un zorro.
Ahora, ya despierta, me preocupa el destino del huevo al que di a luz poco antes de amanecer

Imagen: fragmento de "En el espacio azul", de Arkadi A.Rylov

Lo siento, tengo que irme...


Le bajo el cierre despacio y ella me deja ver, insinuante, lo que tiene debajo.
No sé cómo decirle que si estoy acá es solo por obligación, que no es momento para que nos acostemos, ni ha llegado la hora de pasar, una vez más, toda la noche a su lado en ese abrazo que tanto cuesta romper cada mañana.
Así que terminaré de desvestirla y me iré, dejándola desnuda y sola sobre la cama deshecha y ya fría...
Ojalá entienda que, de vez en cuando, toda almohada necesita que se le lave la funda.


Imagen:Toulousse-Lautrec

jueves, junio 23, 2011

Colores


Al nacer, se cobijó en la limpia fragancia del blanco, y dejó que otros se preocuparan por rosas y celestes.
Después, aprendió a recoger amarillos para alegrarse el alma y verdes para llenarla de frescura; la dejó inundarse de turquesas y cobaltos cuando el mar le habló de lejanías y misterios.
Amó sentir bajo los pies la piel oscura de la tierra y el ocre tibio de sus caminos; tal vez por eso quiso recorrerlos todos.
Un día se entregó al azul de unos ojos y juntos supieron arder en rojos y naranjas.
Más tarde llegó el gris para ahogarlos en su niebla; conoció entonces la agonía insondable del negro; envuelto en él, incapaz de ver y verse, fue como una roca que musgos y líquenes cubrieron de tristeza.
Hasta que un amanecer violeta le regaló un resplandor ámbar; a su luz se reconoció vivo, y pudo reemprender la marcha.
Lejanas cumbres nevadas lo ensoñaron con blancuras renacidas.
Bajo el sol púrpura navegaban galeones de nubes, y el horizonte era otro mar.