domingo, noviembre 25, 2007

OSCURIDAD

La anciana ha velado toda la noche, rechazando la oscuridad –ladrona oscura, oscuro lobo, espanto oscuro -, toda esa negrura que empuja desde afuera, queriendo devorar puertas, techos, sueños, cuerpos dormidos. En el pueblo no saben, ni sabrán hasta que sea tarde, cuando ella ya no esté para cuidarles el sueño con su insomnio, cuando su ventana, ese ojo sin párpados, ese puñal de oro que aún mantiene a raya a la fiera, se apague. El sol, desganado, bostezando sobre despojos sombríos, llega a relevarla. Entonces, con un suspiro, ella apaga su lámpara y, finalmente, duerme.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Uff , felicitaciones. He leido, también el anterior y brota la emoci´on, tiene mucho de lo humano, de la problemática q hoy no eta afectando.Un abrazo