lunes, marzo 23, 2009

Relatividades

Las criaturas, dando alaridos, huyeron, arrastrando sus colas escamosas, sus tentáculos, sus probóscides, mientras alzaban las garras al cielo, y cientos de ojos aterrados y fauces sollozantes pedían a los dioses que apartaran de allí a la yacente monstruosidad La Bella Durmiente, transportada por la bruja a una antología de Lovecraft, no se dio por enterada del efecto que su aparición había tenido, y siguió soñando con el Príncipe Azul. Imagen: H.P.Lovecraft, por Bruce Timm

1 comentario:

Manuel dijo...

Lovecraft fue uno de esos autores que junto a Edgar A. Poe me engancharon definitivamente en el placer de la lectura. Gracias, es un magnífico minirelato.