lunes, marzo 29, 2010

Apunte de pecera

Hay un monstruo en la pecera, un ángel deforme, una suave repugnancia gris adherida al vidrio como una lapa a un tiburón de cristal. Veo latir (no sé si es su vientre o su garganta) con una pulsación obscena, la abertura palpitante de la boca… Me pregunto: ¿come o agoniza? Entre los colores de los otros su fantasmal consistencia desentona, es un chirrido oscuro, casi ofensivo. Los aireadores burbujean, un sol de neón los ilumina, el agua los rodea a todos con su indiferente transparencia. Y yo aquí, en mi propia pecera, ¿otro monstruo aprisionado tras los vidrios de lo que llamamos realidad?

1 comentario:

Javier López dijo...

Nunca nadie describió mejor la visión de una pecera, desde dentro y desde fuera.
Excelente, Olga.