jueves, noviembre 28, 2013

CUMPLEAÑOS

Preparé una torta sin batidos ni cocciones, tan falaz o tan cierta como los recuerdos. Me miró con la ternura compasiva que destinamos a niños y cachorros perdidos, me acarició el rostro y dijo: —¿No sabés que la muerte nos pone a salvo del tiempo? —Solo a ustedes—respondí, pensando que dentro de poco tendríamos la misma edad de su partida y en cómo me vería él, ahora. Tal vez esa tristeza en sus ojos daba respuesta a mi pregunta —Seguíme la corriente, total… ¿qué te cuesta?—murmuré, mientras cortaba una porción de torta y se la tendía. Mi padre sonrió y tomó el plato. (Imagen: Padre e hija, de Michael Dudok de Wit)

No hay comentarios.: