domingo, noviembre 11, 2007

PALABRAS VUELAN

Yo tengo una palabra preferida, mía, secreta. No sé qué quiere decir, pero cuando la pienso la boca se me llena de verde, y me parece que oigo volar pájaros, y que un sol cobre, como una hoja de otoño, me acaricia los ojos. Pero cuando quiero soltarla no me dejan. Se ponen el dedo sobre los labios, o sacuden la cabeza de derecha a izquierda y de izquierda a derecha, o dicen que no hay que perder el tiempo con tonterías, repitiendo palabras que no sirven para nada, palabras que no compran, ni venden, ni señalan. Palabras inútiles. Hay que ser prácticos, me dicen, y obedientes. Aprender que en el mundo no hay lugar para mis palabras, que ya hay demasiadas, dando vueltas por ahí. Nadie necesita que yo pronuncie ninguna. El silencio es salud, es oro, en boca cerrada no entran moscas, eso me dicen. Y algunas otras cosas por el estilo. Y hasta ayer yo bajaba la cabeza, obedecía, callaba. Me tragaba las letras una a una, como si fueran piedritas grises, semillas secretas... Porque soy muy chica. Porque temía a los dedos que silencian, a las cabezas que niegan, a las manos que no vacilarían en taparme la boca. Pero hoy amanecí distinta, no sé por qué. Y siento adentro algo así como unas cosquillas, un temblor de alas... Me miro en el espejo y tengo los ojos llenos de pintas verdes y doradas, y en la piel un brillo que me ilumina desde adentro. Algo quiere salir de mi boca, se apropia de mí con su propia prepotencia. Es rebelde, poderoso, invencible como el amanecer. Mis labios se abren y una luz acuática brota, se expande... Envuelta en ella, mi palabra se hamaca en el aire, abre las ventanas, se hace trino, nube, globo de colores. Sube, vibra, sueña, deshace el gris. Ignora las rejas, vuela. Me asomo y veo florecer dedos y rostros, las cabezas antes gachas se alzan, el sol está alegre como una campana. Y todas las bocas se abren, y todas, todas las palabras prisioneras vuelan, sueltas, leves, libres al fin

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu 11 de Noviembre amaneció en libertad...¡maravilloso!
Ah por favor, quiero esa palabra ¿me la dirías al oído? ¿o mejor gritarla?
Un abrazo Olga, gran abrazo.

Pablo Tambuscio dijo...

Olga, muchas gracias por los comentarios que dejaste en mi blog.
Me siento bien cuando las imágenes que salen de mi interior provocan algún tipo de sensación en quienes las miran. Después de todo uno hace lo que hace (y lo comparte) para no sentirse tan solo, no?

Te mando un gran saludo!
pablO

Olga A. de Linares dijo...

Sí, es cierto... Somos básicamente solitarios, pero esto de crear (dibujos, escritos) es nuestro modo de unirnos al mundo y a los otros, los que de alguna manera, no nos sienten extraños... Saludos cordiales