Hace mucho que nadie oye cantar a las sirenas.
Sin embargo ellas, aunque mudas e invisibles, siguen allí.
Pero no quieren regalar la belleza de su música a un siglo sin magia.
Y, además, saben demasiado bien que no hacen falta sus cantos para contribuir al naufragio.
"Pero no todo está dicho - dijo ella - porque las palabras son la sombra y la luz de las cosas, y las cosas no son, sino que van naciendo y siendo." A. Gorodischer. Kalpa Imperial. Libro II. El Imperio más vasto.
jueves, septiembre 11, 2008
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