
En la hora inexplicable del crepúsculo las cosas pugnan por revelar su identidad secreta…
Y así el árbol se asume nido y ala, y vuela y permanece al mismo tiempo, arropado de plumas y soñando pájaros.
Y el camino se funde al fin con el horizonte, en la penumbra se vuelve principio y llegada, alfa y omega de la esperanza y sus pies febriles.
Los grillos, borrachos de luna, crepitan, para iluminar de música la noche todavía frágil.
Y en cada encrucijada la tierra, vestida de luciérnagas, se sueña cielo, multiplicando la cruz del Sur que ya se asoma, enjoyada y lejana, a contemplar la fiesta de la oscuridad desnuda.
Donde se acuna el árbol
y las hojas vuelan
y el grillo palpita
y las luciérnagas arden
y el camino
abraza
las estrellas
2 comentarios:
Totalmente hermoso <3!
Gracias, Kappie. Me alegra que te haya gustado. Un beso
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